martes, 25 de febrero de 2014

Urgente y voraz


“Incontenible y fugitiva

es la bohemia voluntad

 que arde mis pasos.

 

Atropellada y dominante.

 

Urgente y voraz,

hiriente y temeraria,

busca abandonar  y asalta

 los certeros rieles

de la sensata calma.

 

Desborda la sangre

en su legítimo uso.

 

Sigue el pálpito

embestida por  la rabia

 del genio salvaje e impaciente,

devorador de fuegos

sinsentido.

 

Vuelca, se pierde enajenada,

derrama esa costumbre

por los labios abiertos,

la destrucción del miedo

en las corrientes del desgarro.

 

El poder  le pertenece.

 

Tiembla en el filo

de una irascible daga

que choca y resbala

en mi garganta.

 

Que rompe la furia

y la descarga.”


ktharsis 2014

 

sábado, 22 de febrero de 2014

Rondando mis huesos


“Duermen inflamables

la cortesía,

la bondad de los gigantes,

el buen hacer de los sabios,

la cordura de los hombres.

 

Duerme en las frutas amargas

 del sueño, en la inconsciencia,

la cólera que  extiende

corpórea

 mi feroz artillería.

 

 Olvido  la arrogancia,

los murmullos de la histeria,

la desobediencia irrevocable,

el descubierto rebelde,

la poderosa validez de las razones.

 

Se estremecen las palabras,

temblando en el choque de mis gritos;

sobresaltan el desprecio,

el desafío y el espanto de mi cuerpo.

 

A cada golpe de remo sobre el viento,

brota la sangre de mis ojos,

muero de nuevo en el eco del daño,

resucito en la bandera roja

que abriga mis guardias.

 

Dobla el despertar

la esquina del infierno.

 

Disipa el azote  la memoria.

despedazando el alma.

 

La vida jamás nos pertenece.

 

Huyo de la inquietud de las horas,

para volver al resultado

del dolor  irreparable.

 

Callaré el discurso de venganza,

abordaré un ensayo impredecible

del final absoluto.

 Y en un alarde de capricho

desplegaré las alas de mi dueño.

 

Colgada en las cenizas del invierno,

prisionera, maniatada,

reducida al vencimiento

del espanto.

 

Indómito el deseo se encarama

en la traviesa señal del carcelero.

 

Quiero morir

en el gozo del incendio,

en el cadalso extremo

de mi entrega voluntaria.

 

Anochece el pensamiento

y mis soldados más temibles

andan ya rondando mis huesos. “

 

lunes, 17 de febrero de 2014

sobre la flor de acanto


“Extiende la serpiente,

lenta y sinuosa,

su voraz enredadera

sobre la flor del acanto.

Secuestra la razón,

la voluntad y el tiempo.

Y en sensual impulso

 de susurro femenino

despierta la vanguardia

 recreando sus curvas.

 

Tu conciencia se quema,

derretida en lengua de caricia.

Y en el perfil de unas manos,

impulsos y bramidos,

húmeda brisa,

evocación del viento

en la pluma de sus dedos.

 

Recreo entrelazado.

La insumisión alerta.

Se enciende el mar

Despiertan los caballos.

Vibra el calor.

Se tensa el arco

en movimiento.

 

Vivir dormido,

para morir despierto. “

 

domingo, 16 de febrero de 2014

oráculo antiguo


“Inocentes, dóciles, sencillas, amables, transparentes. Bondades abiertas en canales navegables. Góndolas de realidad para manejarse en las mansas aguas de la vida. Serias, eruditas, definidas, accesibles, tal vez fueran así antes de caer en desgracia al conocerme.

Ingenua, simple, indicativa, terrestre, corta, acontecida y controlada:  yo hasta que topé con su destino. Y tuve en la razón beber de sus encantos.

 No podíamos saber que al encontrarnos las haría mías y me harían suya, y que juntas seríamos subjetivamente locas, juguetonas y falseadas.

Porque fue vernos y mezclarnos. Y empezar a corromper silencios.  Perdernos en vuelos acrobáticos que no iban a ninguna parte y eran mundos. Fue vernos y perder. Mis ojos en sus letras. Sus cargas en mis manos.

Y todo era humo, inconsistencia, ideas, mente, fantasía.

Solas las palabras no son nada. Sola yo sin ellas, un vacío.

Juntas:  presunción, claves, pronóstico, pistas, rastros en un mapa, coincidencias, solución y más dudas. Expansión de miedos. Indómita energía. Correspondencia. Creatividad. Orientación directa y confusa.

Transcurre el tiempo en paralelo. Me resisto a su llamada, desoyendo al orden coherente.

Barajo una última vez las palabras con manos temblorosas, tiento mis viejas amigas, como naipes de un oráculo antiguo e intuido. Las extiendo una a una encima de la mesa. Y rezo con ellas. Las medito. Las enciendo. Las apago. Me interpreto. Me transmito. Les cedo mi voluntad sobre el tapete.

Me hablan.

Me quieren, yo las quiero.”

la resaca


"Subo deprisa la montaña de escalones.
Huyo subiendo, acalorada, dejándome atacar por el invierno que sopla en contra de mi paso, que  enfría el rostro en mis mejillas, que despierta y apaga al mismo tiempo.
Acelero, piso firme y ruidosa, hacia la torre de mi casa. La música, el estruendo, habrá de salvarme del silencio de los muertos. Más alta, más fuerte. Que deje sordo el valor, la culpa, el remordimiento y la conciencia. Ya casi no me escucho, ni oigo lo que vienen a decirme…


Consigo llegar hasta arriba.
Disfruto la libertad por un momento. Las vistas abiertas. Las cadenas rotas. Siento que vuelo.
Puro espejismo del instante. Apenas llego y ya siento el tirón del amarre que me mata. Mi hijo es un dragón hambriento de palabras y se ha quedado en la prisión de las mazmorras.
No puedo despegarlo aunque quisiera. Me aterran las cuerdas, esos lazos invisibles que persiguen y consiguen tenernos maniatados.


La pesadilla existe por mucho que pretenda separarla. Ahora la siento rugir, cómo me alcanza su lengua de fuego sobre el pecho.
De nada sirve esta huida. Tras el viento de popa que llenó mis velas de oleaje, la resaca empuja de contrario, tirando de mí. 
Y vuelvo a caer colina abajo.”




ktharsis 2014

subo en sonrisas, escalones


“Inquieto que no sabe, sobre el aire
el mundo me amanece.

La luz sacude el hueco,  la locura
de polvo y aprieto incoherente.

Afloja la tensión,
vacía la cabeza y aligera
la pesadez del tiempo en la memoria.


Ordena a la merced del sol
el sueño, el abandono de la suerte
que guarda en los cajones de la culpa.


Con rapidez de viento,
subo en sonrisas, escalones
hacia lo alto de la torre de mi casa.

Girando recorridos aspirados
después del amarre de cien noches,
como amante de la sombra.

Vida, tras el encierro
en la mazmorra oscura
del alma, prisionera.


Quiero soltar la mano que me calma,
apagando las velas del infierno.”




ktharsis 2014