sábado, 18 de enero de 2014

diversión en lo terrible


“Con esa estética expresión de los poetas, que nombran, testifican y condenan en sus verbos de colores igual interferencias, que dramas e historias, yo habito en las palabras dulces y tristes, en los vocablos valientes  del sentimiento que ni falso ni real, sólo sirve imaginado.

En esos márgenes cerrados de los sueños prohibidos y extraños, donde amo, encuentro  y borro un aire constante, despistado y tremendo. Ajeno a la verdad, ajeno al mundo.

Consumo exagerada diversión en lo terrible, meciéndome en la fábrica de un timbre que me invento. Acento exagerado. Pasión por los deseos, por el oscuro amarre que nos condena a ellos.  Sonido de cadenas. Memorias de fantasmas.

Propensión a la conquista de vuelos, al derrotismo de los suelos del infierno.  Recurso de titiriteros, magia peligrosa. Chistera de ilusiones, papeles encontrados, intérprete de nubes. Encantadora de serpientes.

Tapados los ojos, tan abiertos. Aturdimiento necesario de la lógica. Revolución de premisas. Trastocada de caricias. Alternancia de mitos. Tribulaciones esquivas. Locuras transitorias.

Y  un millón de posibilidades en el camino del trueno.

Abajo la realidad que es mucho más sencilla, que es praxis, simplificada, rasurada, plana, tan aburrida...”

viernes, 17 de enero de 2014

caníbal resurrección de huecos


“Centímetros de piel en las solapas,
derroche de páginas  abiertas,
el lomo con letras luminosas.
Voy despacio  en el dictado de tu  libro,
luego acato el soberano y fiel
instinto que me ofreces.

Para acuciar tu lobo y desatarlo,
dejo un rastro meloso 
por el opio de mi pecho.

Hay un menú del día disponible para el hambre,
un postre en cada cena que enredamos,
mordiscos de amor cosidos a los labios
con  agua de coco y carne de membrillo.

Caníbal resurrección de huecos,
selvática y serena mitología del aire.
Osados promontorios,
superficiales y profundos.

Ceremonia turbada, estremecida.
Respiración de vocales.
Sobresaltadas consonantes.
Incendios ajustados.

Montería de caza mayor.
Pesca con anzuelo.
Regresos, sonoros portazos.
Exhalación y sorbos
que agotan el vapor de las heridas.

Subo el cáliz del deseo.
Paseo  tu perfil irresistible
por la rueda entretenida de mis manos.
Y tus dedos conquistan la lucidez del instante.

Hundes tu cruzada silenciosa
en la firme cabida de mi cuerpo.
Sondeas el cielo bocabajo.

No te resistas.
Soy capaz de rescatarte esa risa
en el trayecto feliz
que va de tus logros a los míos.

Y ponerle sello a los rincones que perdiste,
con una legión de besos dulces a tu instancia."

ktharsis 2014

Todo está en su sitio


“Qué vacío el tiempo que no es suyo,
que traslada solamente los minutos y las horas,
la premura de esperarle, mientras duerme desangrando
los zarzales de los cóncavos sonidos del invierno.

Qué triste el viento que esconde entre mis labios
largo y hueco inventario de palabras dulces y añoradas. 


Qué extraña comprensión de vida gotea en mi cabeza,
comprometiéndome en lengua bárbara, divina y misteriosa,
el ritmo intuitivo de mis versos sin quererlo.

No habría yo de enviarle un traductor de incógnitas, premisas y menciones,  
un brindis en copa de mis huesos, un himno oblicuo en paralelo
ni héroes suicidas de causas vacías y aparentes.


Nunca preguntó la ingratitud qué significaba el precio intencionadamente gratis de los besos.


Ni comprendí este iluso  garrafón de sentimientos, de arena en los zapatos, de trazas voluntarias,
conmovedora y falsa celebración de absenta.

Relinchan mis caballos en una nube escarchada  de azufres e inventos.


Soy un confuso faquir sobre un colchón de púas transparentes
como estambres lejanos y risueños,
como mástiles de encanto soterrado
que me invitan a bailar la claridad del paraíso
o el mortal fracaso entre las sombras.

Trenzada la expresión de la ausencia con el valor del vino que no bebo,
arden las altas torres de niebla adivinando el sutil engaño que lastima mi voz esta mañana.

No  siento ni respiro la ocasión que pierde el sol cada vez que él oscurece.

Ebrios los lirios de mis dudas, desaparecen mustios con la tarde.

Me temo que todo está en su sitio, la amistad, el desencanto y el mercurio.”






ktharsis 2014

martes, 14 de enero de 2014

vendida la sonrisa


“LLevo ajena la atención,
 vendida la sonrisa.

Por párpados,
hojas secas que amontonan
en vacíos mis derrotas.

En el pecho,
un millar de ilusiones
me conspiran, me visten
con levita oscurecida y larga
la ajada  voluntad
que aún me respira.

En la frente
me acompaña perdida
y azulada la tristeza,
una consciencia de paja almidonada
y el espíritu de aquella
vieja estampa demacrada
por el tiempo que arrastra
el olvido de las fuerzas.

Ya me basta
con un vencimiento de poderes,
una entrega de cuentas rendidas.

Me satisface
la mudez y la agonía,
la inapetente cabalgada
de promesas incumplidas,
de desidias y abandonos.

Oigo un vocerío  
permanente que ajusticia,
borra y resta en mi mirada
el resplandor que antaño
enamoraba el aire.

Se me falsea la torpeza
y me entretienen los fantasmas.

Cualquiera menos yo
puede ver cómo muero cada día,
en la espera de ese asalto voluntario
que me instruya en las artes del infierno.

Que recomponga las ganas,
junto a un depósito
de fieles baratijas.”


ktharsis 2014

viernes, 10 de enero de 2014

como si fuera el primer verso

“No hay furia
que esconda esta vergüenza,
ni posible insomnio que la cure.

A la deriva
en un infierno de palabras,
encallada en la torsión del esperpento

dije quiero,
pienso luego...
y me perdí  en un análisis de letras.

La maleza
macabra de pasiones
mezcló deseos con inconvenientes.

Un arsenal oscuro y frío,
una explosión de pólvora dorada
que detenga este olor a matadero.

Una humareda densa y redentora
que pueda servirme de escapada,
y en un brusco final inevitable
acabe con la muerte que no era.

Atraviesa un muro entre dos aguas.

La soledad enfría las lágrimas,
paraliza las ganas mientras lloro
a solas, en voz baja.

Confundí  los signos, parecidos.

No hay cimientos en la casa,
vive en pié sólo con silencio
y vuelve a ser recuerdo vagamente,
en el trasiego de los días que has dejado.

La noche apaga,
y la blanda pizarra de mis dudas
desclava raíces con pavores nuevos.

Ácido el espanto se resbala
por tu disposición, que es imposible.
 
Qué poco calienta el sol de esta mañana,
que ha desteñido el azul por los tejados.

Mientras sueña el puente
que el río espera.

Yo no reniego,
ni maldigo los errores.

Quiero arrancar
la verdad con falsedades.

Y en el límite que quede…
escribir como si fuera el primer verso. "


ktharsis 2014

jueves, 9 de enero de 2014

empecinada y necia


“Empecinada y necia,
absurda y obsesiva,
demente soñadora,
kamikaze de mensajes,
luchadora cuerpo a cuerpo,
amante de las piedras,
suicida empedernida,
incurable en precipicios.
 
Técnica en quebranto de cadenas,
experta en rito  de escorpiones,
amarga y agresiva,
voluntaria en espirales que destruyen.
 
Si siento el final trago el veneno
para morir como me gusta,
de mi mano.

Intermitente sufridora  entre placeres,
destinada en la luna de imposibles,
tendente al frente abierto, sin remedio,
dispuesta en colonizar con uñas
la tierra inhóspita del miedo.
 
Aún así me acojo a tu mandato,
para que deje de dar vueltas la rueda,

el manicomio y la tortura.
 
Yo meteré la estaca en mi camino

que paralice el aire que me ahoga,

tú deja la azada, que no duela,

y escóndete de mí por si salpico.”


ktharsis 2014

 

 

miércoles, 8 de enero de 2014

mi incrédula rotura


“Antiguas mis palabras, avisaban.
Hechizadas, premonitorias y sabias.

Tendenciosas, ya habían confesado
mi incrédula rotura por encima
del todo de mi vida.

Jugando la emoción con la ternura
en la sonrisa amable
del polvo de la rima,
mucho antes de haber conocido
esa brecha en que hubo herida. 

Y el pulso paró
el tiempo de las hadas,
quemándose en la muerte que venía.

Como encerrar el agua entre las rocas
o apuntalar el aire en una grieta.

Amordazar la lluvia en la ventana,
estrechar el cielo en mar abierto.

Imposible negar ya lo evidente.

De regreso la fiebre comía de mis ojos,
la tristeza oscurecía y se apagaba
el alma del paisaje, conmovida
por la estancada llanura en que vivías,
dentro de un fugaz presentimiento.

Imposible recomendar cordura,
resistirse a la opresión del luto,
recomponer veletas,
como curvar la línea recta en el latido.

Imposible amurallar los sentimientos,
sumergidos en los signos del destierro
como un arroyo que olvida  sus riberas,
en un cauce profundo y dolorido.”




ktharsis 2014

viernes, 3 de enero de 2014

game over, lluvia de cenizas


“Ha caído la noche sobre el cielo. Se ha desplomado precipitada y abierta. Es un telón inesperado que paraliza el mundo sin dejar resquicio ni tiempo para escape, matando luces y certezas con una tala exhaustiva de cirios y recuerdos.

Mi corazón agoniza acorralado debajo de lo que ya no será nunca. Un millón de saetas de fuego llovieron del fondo de la última lumbre que encendimos, arrasando mi vida, reduciéndola a despojos.

Ya no escucho nada, salvo el silencio en mi dolor. Los ojos se me cegaron en la última imagen congelada: tú en mi sonrisa. Mis manos perdieron su escasa fuerza, el cuerpo no responde a órdenes, todas revocadas.

Ha hundido su mancha de oscuridad la muerte. Son las cinco y la destrucción se cierne sobre  la umbría quieta de la tarde. Enmohecida, cavernaria, aniquilada, marchita y menguante. Diminuta y asumida por la tierra, me han llamado a reposar con los ausentes.

El valle habla entre las sombras el lenguaje universal del luto. Mi alma ahora es negra y acaba enterrada sine díe por la maldición estrecha de Dios que me abandona.

Soñé que estaba sentada en el rebate de las ruinas, en esa anciana mansión enmascarada de las pérdidas. Con tus últimas palabras por el suelo, encharcadas de vacíos.  

En la trastienda del aire temblaba de miedo.

Y una lluvia de cenizas desprendía calladamente mi tristeza.”


ktharsis 2014