miércoles, 8 de enero de 2014

mi incrédula rotura


“Antiguas mis palabras, avisaban.
Hechizadas, premonitorias y sabias.

Tendenciosas, ya habían confesado
mi incrédula rotura por encima
del todo de mi vida.

Jugando la emoción con la ternura
en la sonrisa amable
del polvo de la rima,
mucho antes de haber conocido
esa brecha en que hubo herida. 

Y el pulso paró
el tiempo de las hadas,
quemándose en la muerte que venía.

Como encerrar el agua entre las rocas
o apuntalar el aire en una grieta.

Amordazar la lluvia en la ventana,
estrechar el cielo en mar abierto.

Imposible negar ya lo evidente.

De regreso la fiebre comía de mis ojos,
la tristeza oscurecía y se apagaba
el alma del paisaje, conmovida
por la estancada llanura en que vivías,
dentro de un fugaz presentimiento.

Imposible recomendar cordura,
resistirse a la opresión del luto,
recomponer veletas,
como curvar la línea recta en el latido.

Imposible amurallar los sentimientos,
sumergidos en los signos del destierro
como un arroyo que olvida  sus riberas,
en un cauce profundo y dolorido.”




ktharsis 2014

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