viernes, 17 de enero de 2014

Todo está en su sitio


“Qué vacío el tiempo que no es suyo,
que traslada solamente los minutos y las horas,
la premura de esperarle, mientras duerme desangrando
los zarzales de los cóncavos sonidos del invierno.

Qué triste el viento que esconde entre mis labios
largo y hueco inventario de palabras dulces y añoradas. 


Qué extraña comprensión de vida gotea en mi cabeza,
comprometiéndome en lengua bárbara, divina y misteriosa,
el ritmo intuitivo de mis versos sin quererlo.

No habría yo de enviarle un traductor de incógnitas, premisas y menciones,  
un brindis en copa de mis huesos, un himno oblicuo en paralelo
ni héroes suicidas de causas vacías y aparentes.


Nunca preguntó la ingratitud qué significaba el precio intencionadamente gratis de los besos.


Ni comprendí este iluso  garrafón de sentimientos, de arena en los zapatos, de trazas voluntarias,
conmovedora y falsa celebración de absenta.

Relinchan mis caballos en una nube escarchada  de azufres e inventos.


Soy un confuso faquir sobre un colchón de púas transparentes
como estambres lejanos y risueños,
como mástiles de encanto soterrado
que me invitan a bailar la claridad del paraíso
o el mortal fracaso entre las sombras.

Trenzada la expresión de la ausencia con el valor del vino que no bebo,
arden las altas torres de niebla adivinando el sutil engaño que lastima mi voz esta mañana.

No  siento ni respiro la ocasión que pierde el sol cada vez que él oscurece.

Ebrios los lirios de mis dudas, desaparecen mustios con la tarde.

Me temo que todo está en su sitio, la amistad, el desencanto y el mercurio.”






ktharsis 2014

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