“El mar de nuestra vida, amor, a
ratos sostenido y cotidiano, a días tan bravo y oscilante, se iba escapando por las grietas de tus ojos.
Y no me daba cuenta.
Se deshizo a gotas, con tristes desencuentros que rondaron
nuestros huecos, con sollozos y lástimas gastadas de perdones sin remedio, de excusas
con límites esquivos.
Alrededor de esos resquicios, remolinos rutinarios desaguaban mis lágrimas de
dentro. Y no te dabas cuenta.
A
flote en el interior de una botella de cómodos vacíos, con el oxígeno
justo para seguir latiendo, el mar que fue tu vida, amor, yo iba perdiendo, para
quedarme solo en este bosque de almas muertas, donde ya no seré nada, ni lo
quiero.
Y perdí las fuerzas necesarias en
una lucha rendida de antemano, ya sólo espero que vengas a salvarme, o que me
hagas para siempre tu catástrofe de ausencias.”
ktharsis 2013
imagen: Diggie Vitt
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