martes, 19 de noviembre de 2013

ventanal de hielo y fuego


“Un día de estos lograré encontrar por algún lado ese extraño ventanal de hielo y fuego por el que consigue comunicarse conmigo.

He mirado detrás de sus palabras, los pétalos blancos que llueve cuando quiere y le dejan, que consiguen desmontarme los esquemas. (Interrogadas parecen inocentes)

He consultado mis libros de cabeza, los armadores de silencios provechosos, en busca de razones coherentes. (Y no tienen la respuesta)

In extremis, me he empeñado en torturar el corazón para que cuente. (Temo que prefiera seguir aprisionado antes que soltar la prenda de su abrazo.
1, me lo tiene amenazado con ternura;
2, no quiere perder su voz alentadora;
3, tal vez no sepa nada.

O las tres cosas)

Debe existir en algún rincón que aun yo desconozco, por el aire volante de estos montes, las nubes pasajeras que los cruzan o en la luna que me observa la tristeza… un conducto invisiblemente humano que me dirije hacia sus penas, y debe tener algún sentido.

No pararé hasta encontrar el nexo que nos une…
cuando el dolor nos bloquea las puertas del alma, cuando cerramos los ojos para no llorar más con la mirada, cuando tememos que la noche nos derrumbe en la locura incurable de las cosas cotidianas o imposibles.
Será una madrugada...
cuando vea en el vaho de la ventana el calor de mi entereza temblar y descender hasta untarme en el suelo,  porque hace demasiado  frío fuera de sus ojos.”
 
ktharsis 2013

imagen: Ursula Abresch

 

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