“La vida nos planchó tan fino lo
importante, a hierro candente, a fuego
de metralla, que consiguió que nuestro
amor de tanto arder en yunque de dolor y desengaño, quedara extendido y moldeable, flexible al
cambio, abierto y transparente.
Planeadores de combate que a
ráfagas nos atraviesan el cielo cuando hay guerra, no consiguen arrugar el
entusiasmo y queda a salvo, sobrevive
como puede en el reborde de la piel de nuestro abrazo.
El corazón nos quedó de coladero,
minado de tan tierno que lo hicieron, salpicado de ácido malévolo, frágil como
ala de mariposa.
Los años que cruzaron por
nosotros nos regalaron sumas, logros, confianzas, detrás de las tantas batallas
que perdimos. (Esa será quizás la luz del dios que nos asiste).
Y mientras tanto, allá en lo
oscuro de esos días opacos de tristezas,
iba hilándose despacio, entretenido, con tímidas luces de inocencia acorazada, un infinito cordel de seda indestructible, una
cometa enorme que zarandea el viento y que me busca cuando siento que arde el
horizonte.
Ayer soñé que era una niña en un
escaparate, sin modas ni abalorios, sin guantes ni gorro, como un fantasma en
el cristal del tiempo. Con los ojos del paso hambriento, acelerado, decapante
de todo lo superfluo, que recoge el sonido que me cuentas, que llega a lo que
tú quieres decirme."
ktharsis 2013
ktharsis 2013
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