miércoles, 25 de diciembre de 2013

maldición sobre la tierra


“A gritos viene atropellando el temporal esos cauces flanqueados de risueños revuelos con jazmines, que tú y yo acostumbramos a velar por las noches. La voz agria del viento desbordado y loco huye ignorando nuestra resistencia. Atronadora la lluvia nos castiga, nos secuestra el corazón bajo el azote despiadado del miedo imprevisible.

Dentro de mí la furia de este mundo sucumbe y tiembla sin escapatoria. Cae el cielo como una maldición sobre la tierra, haciéndose verbo cruel en esta oscurísima hora del despiece.

Ensordecidos al trasluz de nuestro acento jadeante, nos despeñamos monte abajo en un abismo de terror, sobre las rocas. No importan los daños si no han sido suficientes las trincheras, el parapeto organizado entre tus brazos y los míos.

Sólo queda luchar con las espadas del gozo, cuando el aullido del dios que cae sobre tu espalda cubre mi pecho, indecente, con la empujada vida incurable de sus flechas.

Y batallamos a la carga en una hazaña que es un traspaso de salvas por el instinto de la supervivencia. No quiero amanecer sin esperanza. Prefiero fondear eternamente por tu cuerpo hasta que en la clausura estancada del tiempo  nos rescatemos de las garras del demonio.

Faenaremos hasta  perder nuestro aliento y encontrarnos, hasta sostener la salida que se agita, rebota y resplandece, justificando el destrozo de allá afuera.

Estamparemos los rasguños apretando el poderoso y feliz encuentro de la vida manifiesta.”
 
ktharsis 2013

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